15 diciembre 2005

Presagios


30
La tierra yerma, sin árbol
ni montaña, el cielo seco,
huérfano de nube o pájaro;
tan quietos los dos, tan solos,
frente a frente tierra y cielo,
paralelismo de espejos,
que ahora no hay lejos ni cerca,
alto o bajo, mucho o poco,
en el universo,
¡Dulce muerte de medidas,
guiño de infinito!
Pero de un surco se vuela
un pájaro primerizo.
Y todo vuelve a ordenarse
por la pauta de su sino.
Ya la tierra está aquí abajo
y el cielo allí arriba puesto,
ya la llanura es inmensa
y el caminante pequeño.
Y ya sé lo que está lejos:
dicha, gracia, paz o logro.
Y ya sé lo que esta cerca:
el corazón en el pecho.

Pedro Salinas, Presagios, 1924

Pedro Salinas (Madrid,1891-Puerto Rico, 1951) publicó su primer libro Presagios animado por su maestro Juan Ramón Jiménez. Éste se encargo de la ordenación de los poemas del mismo. Nuestro poeta sentía hacia Juan Ramón admiración pura y gratitud, a la vez que los unía una profunda amistad y afinidad poética. Dicho esto, podemos comprender que este libro recibe la influencia decisiva de la concepción de poesía pura que Juan Ramón había expresado a partir de Eternidades (1915) y Diario de un poeta reciencasado (1916). La poesía de Salinas, buscando su camino propio, es una exploración en la realidad profunda del ser. Por un lado están las apariencias, las vestiduras, la fugacidad; por otro, la palabra esencial y la trasrealidad, lo que no cambia y permanece. Se contempla la realidad apariencial bajo la luz de lo poético para dar a luz una nueva realidad creada. Por tanto, la poesía de Salinas, como la de Juan Ramón va más allá de lo anecdótico, por medio del intelecto, en busca del conocimiento y la eternidad. Sus formas, en consonancia, son desnudas -carentes de ornamentación- y sus versos destacan por la claridad y la luz. No se puede iluminar el mundo desde las nieblas o la oscuridad. Su poesía era "una aventura hacia lo absoluto".

Este poema tiene dos partes claramente diferenciadas. La primera hasta el verso 11 nos presenta un mundo en armonía, en estado de desnudez y esencialidad: mito puro. Cielo y tierra se contemplan en paralelismo de espejos. No existe el cambio, todo es esencia pura, simetría perfecta, guiño de eternidad. No existen categorías ni movimiento. Todo está en perfecta quietud. Esta parte culmina en estos dos extasiados versos que dicen ¡Dulce muerte de medidas, /guiño de infinito!

A partir de aquí surge la vida en el mundo con su inevitable contradicción, cambios y sufrimiento. Las cosas y los seres se ordenan por su destino y se establecen las categorías y el lenguaje que divide: lejos/cerca; arriba/abajo... Cielo y tierra se contraponen fuera de esa maravillosa simetría originaria. Aparece por fin la figura del caminante, el ser humano, pequeño frente a la inmensidad y confusión de las cosas. El hombre ha entrado en el campo de la historia. Lejos quedan el gozo, el éxtasis, la dicha, el gozo. Cerca está su corazón que late, que le hace sentir vivo, frágil, contradictorio.

El poema está lleno de tensión interna entre contrarios, se eliminan sistemáticamente los adjetivos en favor de los sustantivos y los adverbios. No pretende deslumbrar sino alumbrar paradójicamente la realidad oculta del mundo. Estamos en la dimensión del dolor, del cambio... Se añora un mundo más allá de las contradicciones aunque sea como creación poética.

12 comentarios:

Rodolfo N dijo...

Genial.Además de poesía, docencia.Hermosa mezcla.Saludos

Rodolfo N dijo...

Genial.Además de poesía, docencia.Hermosa mezcla.Saludos

Juan Poz dijo...

Docencia y también ensayos lúcidos. "El defensor" es un libro de crítica social y literaria imprescindible.
Tuve la osadía, el año pasado, de hacerles leer a los alumnos de 4º de ESO "La voz a ti debida". Hubo de todo, pero, en general, aceptación y sorpresa: entraron en el coloquio amoroso, muy moroso, de don Pedro y se estrujaron el caletre para desentrañar anécdotas e imágenes enrevesadas (para ellos, claro...).
Al hilo de un aforismo de La Rochefoucauld, "Se perdona mientras se ama", logré tener a las fieras reflexionando sobre los misterios, las paradojas y los desconciertos de la relación amorosa durante media hora larga... Al final, una cubana gacelesca y sabrosona se declaró: "Ay, tú sabes, profe, como que de estos de amor que tú traigas más, ¿no es verdad? A mí me gustan mucho."
Y todos felices...

simalme dijo...

Una esperanza de que les puede gustar la literatura, aunque sea como "autoayuda".

Joselu dijo...

No importa que sea como autoayuda. Ojalá necesitáramos la poesía como el aire que exigimos veinte veces por minuto..., que nos ayudara a ser, a comprender, a amar, a disfrutar... Sin duda, Pedro Salinas y sus paradojas amorosas es de lo que más gusta a los muchachos sensibles. Me ha gustado lo de la cubana gacelesca. Je, je.

Anónimo dijo...

Pasaré con más calma, a disfrutar como muchos, como tantos... de Salinas


Saludos

Viktoria

Rodolfo N dijo...

Mi estimado amigo, que pases unas bellas fiestas.Rodolfo

Joselu dijo...

Gracias, Rodolfo, que pases unas espléndidas fiestas en esa Argentina que tantas veces he soñado. Ojalá que sean felices. Yo las pasaré con mi familia: mis dos hijas pequeñas (6 y 8 años) y la familia de mi mujer. Un abrazo.

Rodolfo N dijo...

Puerto Pollenza , es un pueblito de pescadores muy lindo que queda en Palma de Mallorca, donde se refugia habitualmente Mario Benedetti, para escribir sus poemas.Gracias por estar, un abrazo

18:25

Nidesca dijo...

¡Hola! Gracias por tu comentario en mi blog, y por ilustrarme acerca de Salinas.
Continuaré pasando por acá.
Saludos

Rodolfo N dijo...

Joselu. Gracias por tus hermosas palabras en mi blog.Los quiero mucho.Ahora que me tomó vacaciones , espero que no me olviden, si Dios quiere estaré pronto.Un abrazo.

Jes dijo...

La poesía de Pedro Salinas es rica en matices y en palabras. Pueden escuchar sus poemas de amor en http://www.amorypoesia.es/poesia_amor_pedro_salinas.htm